Etapa 8: Triacastela-Santiago de Compostela

El Camino Francés en Galicia: vacas, cuestas y corredoiras

17 de Agosto de 2009

Sólo nos quedan 134 kmts y no pensamos dejar nada para el dia siguiente, salvo causa de fuerza mayor.

La etapa de hoy transcurre por un sinfin de caminos rurales, pistas y corredoiras, que atraviesan pequeñisimas aldeas que viven de la agricultura y de sus vacas. Bueno, y ahora tambien del Camino.... Es una cara de la Galicia más auténtica, imposible de ver si no te pones a andar o a pedalear entre sus frondosos bosques.

Sólo el tramo que hay entre Sarria y Portomarin nos parece unos de los sitios más bonito del mundo que conocemos, que se puede elegir para dar un paseo en bicicleta.

Los kilometros van cayendo poco a poco y vemos que llegamos a Santiago, no sin antes parar en Melide, en el templo del pulpo: Ezequiel.

Llegamos a Santiago justo a tiempo de hacernos la foto de rigor, recoger nuestra compostela y darnos un pequeño homenaje gastronómico.

Datos estadisticos

Kilometros recorridos: 134,5
Velocidad media: 15,7
Horas pedaleo: 8:33

La foto del dia




Mapa de la etapa


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Perfil de altimetria



Descripcion Recorrido:

Triacastela

Desayunamos en un bar del pueblo y empezamos con nuestra ultima jornada. Las piernas ya están acostumbradas a pedalear y parece que sólo saben hacer eso y están deseando empezar a devorar kilometros para llegar hoy a Santiago.

Samos

Decidimos coger la variante que pasa por Samos. Pasamos delante del impresionante Monasterio de Samos... este lugar huele a peregrinaje.

Sarria

Llegamos a Sarria, pueblo famoso en el Camino porque salir desde Sarria supone el mínimo de kilometros (100) que se exige a los que van a pie para obtener la Compostela. Intentamos sellar en el abergue, pero no hay nadie.
Asi que dedicimos seguir sin más. Para mi el trayecto que une Sarria con Portomarin es uno de los mas bellos del Camino Francés, por no decir que el más bonito. El camino nos meterá por un sinfin de caminos rurales, sendas, corredoiras que te transportan a otra época y donde te empapas del verdadero paisaje rural gallego, con sus aldeas, sus campos de pastos, sus montes y sus enormes vacas... Es muy típico en esta etapa llenar los bajos de la bici de excremento de vaca, cuya presencia durará en nuestras bicis hasta la mismisima Plaza del Obradoiro.

La pena ha sido que no hemos podido disfrutar demasiado de este trayecto, porque hemos coincidido con un grupo de jóvenes en bici que consideran que el camino es mas una ruta de competición que un viaje hacia el interior donde disfrutar del paisaje y del esfuerzo particular. Se pasan todo el trayecto adelantandonos, parándose, derrapando y haciendo el indio...
Aun asi, nuestra persistencia y nuestro trabajo de resitencia hacen que lleguemos antes a Portomarin...
Conclusion: no por mucho acelerar y esprintar se llega más temprano!!!


Portomarin

Llegamos a este nuevo pueblo construido para sustituir al que cubrió el embalse situado al pié del pueblo. Se atraviesa este embalse y se sube al pueblo hasta llegar a la plaza. Saboreamos una cervezas y un pincho de tortilla antes de seguir nuestra ya segura ruta hacia Santiago. Sólo quedan 90 kmts mas o menos.

Palas de Rei

Pasamos por Alto de Hospital y una veces por el camino y otras entrando y salido de la carretera de Lugo-Santiago seguimos hasta este pueblo. Es la hora de comer, pero queremos pegarnos un pequeño homenaje en uno de los templos gastronómicos del Camino: la pulperia Ezequiel en Melide. Así que seguimos

Melide

Parada obligatoria en Ezequiel.... Si algo tiene Galicia es su riqueza gastrónomica y un icono de ella, aunque no el único, es el pulpo. Ezequiel es una pulperia muy concurrida por peregrinos y turistas que comparten las mesas corridas como si se conociesen de toda la vida. A la pulperia se entra por la cola del pulpo donde tres camareros no paran de poner bandejas de pulpo: uno los saca de la olla donde se cuecen, otro los corta en las tablas y la ultima le echa el aceite, el pimentón y de paso te cobra... Paco y yo pedimos pulpo para 3-4 personas y sólo pedimos eso.
Lo acompañamos con un buen puñado de tercios y con una botella de orujo de hierbas que una camarera simpatica y pirada nos deja para que nos sirvamos lo que queramos.
Nuestra mesa es variopinta: una pareja que viene de Valencia y que está de vacaciones, un señor de Venezuela muy bien acompañado, un par de japonesas mas despistadas que una cabra en un taller, un tratante de caballos que dice haber vendido varios caballos en Murcia y que incluso intenta enseñarnos la factura que la llevaba supuestamente en la cartera (no la encontró claro) y sobre todo estaba nuestro amigo Xosé... Xosé es de Melide, tendrá unos 80 años y va todos los dias a comer a Ezequiel.. Él no pide pulpo, se come un guiso que tiene una pinta excelente y para terminar se pide un café con leche con la botella de brandy Soberano... Una vez tomado el café, cuando se despista la camerera, aprovecha para echarse un chorrin en la taza y beberselo.. asi dos veces... No sé da cuenta que hay dos murcianos que lo han pillado.

Interior de Pulperia Ezequiel. Nuestro amigo Xosé y las japonesas

Salimos de la pulperia y en la puerta está Xosé al que saludamos amablemente y con alegria (por el orujo, claro).. y Paco le pregunta si estaba bueno el Soberano... se sorprende, pero le hace gracia. A partir de ahi empezamos a filosofar con Xosé y nos deja varias perlas para enmarcar:

- Dice que era el du e ñ o de la fabrica de Bilbao donde trabajaba, porque él la abria y él la cerraba (se ve que trabajaba más que ninguno en aquellos duros años de emigración).
- Dice que "primero el dinero, y despues la familia"... algun problema de herencia ha debido tener
- Dice que "las puertas del cielo estan cerradas".... como buen gallego, no niega que haya cielo, que puede haberlo, pero si asegura que tiene las puertas cerradas...
Despues del lujo de hablar con Xosé nos despedimos y lo dejamos en las fiestas de Melide, no antes sin hacernos una foto de recuerdo con él.

Paco y nuestro amigo Xosé al salir de Ezequiel

Arzúa

Hace un calor agotador.. Paramos a tomar una cocacola en una terraza en medio del pueblo. Ya solo queda un tirón final

Pedrouzo

Tenemos que parar a tomar otra cocacola y reponer agua por el calor. Coindidimos con otros bicigrinos catalanes que no van a llegar hasta Santiago y han decidido hacer noche ya en Pedrouzo. Nosotros si queremos llegar esta noche.

Con nuestros amigos los bicigrinos de Barcelona, tomando una cocacola bien frííííía

Lavacolla

Cuando se llega a Lavacolla ya se respira a Santiago. Aqui era donde los peregrinos lavaban sus ropas antes de llegar a la tumba del Apóstol. Con la forma física cogida durante el camino, subimos las cortas, pero empinadas cuestas gallegas a tope. Fisicamente, ahora estamos para empezar a hacer el camino desde Murcia...

Monte do Gozo

Pasamos como una flecha por este gran albergue. Ya se ven las torres de la catedral.

Santiago de Compostela

Llegamos a Santiago a las 20:19 del 17 de Agosto de 2010. No voy a decir lo que siente a llegar a la Plaza del Obradoiro porque todo aquel que ha peregrinado alguna vez lo sabe de sobra... para quien no lo sepa le aconsejo que alguna vez, alguno año, inicie un camino hacia Santiago...

Fin y Vuelta a Casa

Fotos en la plaza y buscamos el hotel del 'lujo' que nos ha conseguido nuestro buen amigo Fulgencio Vives.... Despues de una buena ducha, nos vamos a Santiago a pegarnos un homenaje.
A la mañana siguiente cogemos un coche de alquiler e iniciamos el regreso a Murcia... Antes somos victimas de la burocracia de la agencia de alquiler que nos exige la reserva impresa. La reserva la hicimos desde un iphone y claro no vimos muchas impresoras por las corredoiras gallegas y pensamos que nuestros carnés y tarjetas deberia ser suficiente...
Afortunadamente la compañera de la empleada burocrata se da cuenta y nos alquila el coche que ya teniamos reservado y que me temo que esa mañana no iban a alquilar a nadie.
A la vuelta, paramos en Arévalo a comer y esta vez si que vamos a Las Cubas a dar cuenta de un lechazo....
Llegamos por la noche del 18 de Agosto a Murcia (estación de Renfe). Montamos las bicis y ya solo nos quedan un par de kilometros a cada uno para llegar a casa.